Ya sabemos que el acné suele ser un problema muy común en la adolescencia, pero en ocasiones, este problema puede darse más allá de esta etapa temprana de nuestras vidas. El acné adulto es más frecuente en mujeres de edad entre 22 y 50 años, y su causa es principalmente hormonal, agravándose los problemas en el periodo premenstrual, el embarazo o la menopausia.
La aparición de estos molestos granos afecta a más del 20 % de estas mujeres y aunque no es una patología o enfermedad grave, afecta sin duda a la imagen. Esto puede resultar un problema en la calidad de vida de cualquiera.
El origen de los poco estéticos granos, tanto en el acné adulto como en el que aparece durante la adolescencia, reside en la inflamación de las glándulas sebáceas como consecuencia de un aumento anormal de la secreción de grasa o sebo.
A continuación hablaremos de las causas de la aparición de este tipo de acné, así como de los posibles tratamientos y medidas de prevención que podemos adoptar para prevenirlo.
Por qué aparece el acné en adultos
En primer lugar, para entender la aparición del acné adulto (y también del juvenil) debemos explicar lo que son los microcomedones.
Los micromedones son los precursores microscópicos de los comedones, que a su vez son los puntos negros o blancos en la piel. Lo habitual es que estos microcomedones, presentes en todos nosotros, se disuelvan por sí mismos. Pero en caso de pieles propensas a las imperfecciones, se producen diminutas reacciones inflamatorias.
Paralelamente, este tipo de pieles suele producir sebo o grasa en exceso. Cuando los poros y los conductos de excreción se encuentran obstruidos, este exceso de grasa no puede drenarse, apareciendo de este modo los comedones. Las zonas más frecuentes en las que podemos encontrar estos puntos negros o espinillas son la cara, la espalda y las áreas de cuello y pecho.
En este momento, las bacterias presentes infectan la grasa bloqueada y se forman los granos que se presentan como bultos rojos e inflamados.
Causas que pueden provocar el acné adulto
- La principal causa de la aparición del acné adulto son las fluctuaciones en los niveles hormonales. Esto explica el porqué de su mayor severidad en la época premenstrual. También hechos como haber dejado la píldora anticonceptiva, un embarazo o la menopausia, pueden desencadenar en este tipo de patologías.
- La predisposición genética también juega un papel importante, ya que afecta principalmente al tipo de piel.
- La alimentación es fundamental. Ingerir lácteos en exceso o alimentos con un índice glucémico alto puede empeorar este problema.
- El tabaquismo también debe tenerse en cuenta, dado que el tabaco afecta de forma muy severa a la calidad de la piel.
- El uso excesivo de maquillaje y un cuidado inadecuado de la piel son factores que influyen en la aparición del acné adulto.
- Algunos medicamentos pueden afectar a la aparición del acné. Destacan entre ellos los antidepresivos, los antiepilépticos y algunos esteroides.
- Por último, el estrés puede propiciar la aparición de estos molestos granos en adultos. Esto es así debido a que en situaciones de estrés, el cuerpo tiende a producir hormonas que afectan a la producción de grasa.
Cómo se presenta en el rostro
A pesar de que los granos pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo, suelen ser más problemáticos aquellos que se encuentran a la vista, afectando más a nuestra estética y causando por tanto más problemas físicos y psicológicos.
El acné hormonal o adulto afecta de forma más importante a la zona cercana a la boca, el cuello y la barbilla. Los granos que encontramos en estas zonas son bultos grandes e inflamados. Siendo muy a menudo de curación tardía, pueden presentar supuración y tienen tendencia a dejar cicatriz tras su desaparición.
Por tanto, el acné en estas zonas representa un doble problema, puesto que afecta a nuestra estética en forma de granos cuando está presente, y en forma de cicatrices una vez desaparecido.
Rutinas y consejos para prevenir y tratar el acné adulto
Sufrir de acné, tanto en la adolescencia como en edad adulta puede tener asociados problemas físicos y psicológicos. Por esto es tan importante tener en cuenta rutinas y consejos que podemos aplicar en nuestra vida diaria para tratar y prevenir el problema.
Si, a pesar de la prevención o el tratamiento local, el problema persiste o se agrava, deberemos recurrir a un tratamiento del acné adulto asesorados por un dermatólogo profesional.
En cualquier caso, debemos tener presente lo siguiente:
- Teniendo en cuenta las causas principales del acné, lo más recomendable es tener una alimentación sana, reducir el consumo de tabaco y practicar técnicas como el yoga o la meditación para reducir nuestro nivel de estrés.
- Debemos mantener una higiene correcta del rostro: es conveniente lavar nuestra piel, tanto por la mañana como por la noche, con productos específicos. No deben contener detergentes para evitar que la piel se reseque y se incentive así la producción de grasa.
- A la hora de limpiar el maquillaje del rostro, se puede utilizar un agua micelar específica para pieles con problemas de acné.
- También es útil buscar una crema hidratante específica para el problema. Existen productos para problemas de espinillas o puntos negros, o bien para tratar la piel resecada por algún producto tópico utilizado como cura del acné.
- Las espinillas aisladas pueden tratarse de manera local. Nos podemos ayudar con productos como el peróxido de benzoilo, el ácido glicólico o antibióticos tópicos.
- Se deben seguir de manera rigurosa las instrucciones dadas por nuestro médico en el caso de prescripción de fármacos para este problema. A menudo, las sustancias químicas empleadas pueden aumentar la sensibilidad solar, de forma que siempre debe utilizarse un protector de índice adecuado. En caso de que nos salgan manchas en la piel a causa de la sensibilidad, siempre podemos recurrir a productos específicos para tratar este problema, como el RC Skin Growth Factor Xtreme Regenerative Serum de Riscell.
- En ciertas ocasiones, y siempre con prescripción médica, pueden utilizarse anticonceptivos orales para controlar el problema del acné joven o adulto.
- Nunca deben manipularse los comedones. Tocarlos, rascarlos, apretarlos o frotarlos, puede producir cicatrices posteriores en nuestra piel.
- Para hacer desaparecer la supuración, la inflamación o el enrojecimiento, el especialista puede recomendarnos una terapia con fármacos.
- Combinado con lo anterior o independientemente, el dermatólogo puede también recomendarnos un tratamiento físico con láser, la Terapia Fotodinámica o la microdermoabrasión. Los tres tratamientos son sencillos y se suelen realizar de manera ambulatoria. En los dos primeros casos, el tratamiento consiste en eliminar las bacterias presentes en las glándulas sebáceas y disminuir la inflamación y el enrojecimiento de la piel. Con la técnica de microdermoabrasión se eliminarán los tapones de queratina que causan la obstrucción de los poros, dejando nuestra piel más uniforme y preparada para tratamientos posteriores.
La ventaja de los tratamientos físicos es que en ocasiones permiten eliminar o reducir la ingesta de fármacos orales, que a menudo presentan muchos efectos secundarios.
Como hemos visto, el acné adulto es una patología no grave que afecta a millones de personas en el mundo. Existen recomendaciones y pautas sencillas para incluir en nuestras rutinas diarias que permiten prevenir y minimizar el problema.
Por otra parte, hoy en día es posible encontrar tratamientos químicos y físicos para el acné hormonal adulto que actúan sobre la formación de los comedones, causantes de los molestos granos de este tipo de acné y que pueden originar problemas físicos y psicológicos a nivel personal.